Monday, October 22, 2012

QUATERNA RÉQUIEM: el regreso de una fabulosa arquitectura progresiva


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy enfocamos nuestros oídos y nuestras mentes en Brasil para atender a QUATERNA RÉQUIEM, una auténtica institución del movimiento progresivo post-80ero de su país, un ensamble que dejó grandes huellas en la avanzada de su país (y del gran escenario sudamericano, en general) con dos discazos como son “Velha Gravura” y “Quasimodo”. Ahora, tras incontables años de letargos y demoras, QUATERNA RÉQUIEM nos trae su nueva obra “O Arquiteto”, una de las más notables muestras de artesanía sonora dentro de la vertiente sinfónica para este año 2012. Las últimas cosas que sabíamos de este ensamble eran su CD en vivo de 1999 y un DVD en vivo de 2006, además de un disco a dúo de Elisa Wiermann y Kléber Vogel de 2003 (“A Mão Livre”). Este quinteto de Wiermann [piano y sintetizadores], Vogel [violines y bandolim], Roberto Crivano [guitarras eléctricas y acústica], Jorge Matias [bajo] y Cláudio Dantas [batería, octopad y percusión] está en una forma muy estupenda. Hablando del DVD en vivo, en él aparecen anticipos de este disco, lo cual evidencia que la composición y el desarrollo de los arreglos finales se han generado en un proceso bastante extenso: vayamos ahora, paso por paso, a hacer un balance de los resultados concretos de “O Arquiteto”.


El disco comienza con el largo ‘Preludium’, una exhibición en 11 minutos y pico de la típica fastuosidad sinfónica marca de la casa. El delicioso trayecto musical en curso empieza con una atmósfera solemne que elabora de a pocos un ambiente cada vez más lleno, inspirado principalmente en la faceta introspectiva de CAMEL (uno de los referentes más consistentes del ideario musical de QR). A poco de pasada la barrera del sexto minuto y medio, la pieza vira hacia una dimensión más luminosa, reminiscente en buena medida de la épica composición ‘Velha Gravura’ que ocupaba el centro del disco debut del mismo nombre. Con ‘Mosaicos’, el grupo navega por aguas introspectivas, apoyándose principalmente en las escalas de piano y los delicadamente estilizados fraseos del violão: este instrumento criollo brasileño es ejecutado por un invitado especial, Phil Wiermann, quien además es co-autor del mismo. Este momento de proyección contemplativa permite tomar un descanso antes de recibir otra dosis de colorido sinfónico: ‘Fantasia Urbana’, un pletórico clímax del álbum que se extiende hasta casi los 12 minutos de duración. Este himno al paisaje citadino engloba cabalmente la intensidad y magnificencia inherentes a la imagen paradigmática de la gran ciudad, pero lejos de centrarse en la tensión y el peligro que también suelen acompañar a dicho paradigma, el ensamble prefiere focalizarse en la grandilocuencia. De este modo, se entiende cómo la armazón multi-temática de ‘Fantasia Urbana’ se complace en desarrollar su propia arquitectura sónica con una compacta mezcla de fuerza expresiva y serena pulcritud. Éste es el QR de siempre, el que nunca había abandonado nuestros recuerdos de la mejor música progresiva que se había hecho en Sudamérica durante el revival 90ero.


El resto del disco está ocupado por la suite “O Arquiteto”, siendo su primera sección ‘Bramante’, tema que comienza con un prólogo calmo y suavemente grisáceo, hasta que, como un amanecer, emerge el cuerpo central desarrollando un ágil motivo mayormente articulado sobre un compás de 6/8. El interludio ‘Pedra’ elabora un clima palaciego de inspiración renacentista sobre una traviesa cadencia jazzera, antes de que ‘Mansart’ se derive hacia plácidos paisajes barrocos pletóricos de calidez pastoral (un poco como THE ENID pero con la etérea delicadeza de un ANTHONY PHILLIPS). ‘Vidro’ es un breve retazo de alusiones cristalinas en base al teclado, mientras que la dupla de violín y el bajo completa algunas bases armónicas; el terreno está preparado entonces para el arribo de la mágica pieza ‘Frank Lloyd’, una belleza envolvente que sabiamente explota la recurrencia de un motivo central, teniendo a CAMEL, PFM y BACAMARTE como influencias especiales a la hora de la creatividad. Resulta redundante, pero a la vez, imprescindible recalcar con cuánta perfección domina QUATERNA RÉQUIEM el arte de la exploración a fin de evitar la saturación gratuita. ‘Madeira’ aporta un cálidos aires y aromas folklóricos bajo la guía líder de la guitarra acústica: los espacios llenados por el violín y el sintetizador más la fluida sobriedad de la dupla rítmica en el manejo del compás de 15/9 completan a la perfección la idea central de esta hermosa viñeta. Acto seguido, llega acto seguido el momento de la pieza más larga del álbum – ‘Gaudi’. Esta pieza de casi 13 ½ minutos de duración exhibe una nueva muestra del magnífico ingenio melódico y fineza performativa que la banda sabe concretizar en sus composiciones de largo aliento: las ilaciones y elaboraciones se integran en una estupenda ingeniería donde cada nota y cada atmósfera se sostiene en su lugar adecuado. Para las partes de violão, Phil Wiermann vuelve a a aparecer como invitado especial. 


Con el interludio ‘Concreto’ y la sección ‘Niemeyer’ tenemos una secuencia que celebra principalmente el poder del ritmo para generar genuina musicalidad desde sus pulsátiles vibraciones. El interludio es un breve ejercicio de dinamismo tribal que finalmente cede paso a una dimensión juguetonamente densa en la que la amalgama de piano y batería abre espacios para la presencia de los demás instrumentos – un perfecto matrimonio de preciosismo sinfónico (a lo EMERSON, LAKE & PALMER) y vigor jazzero (a lo JEAN-LUC PONTY). ‘Desconstruçao’ es justamente un ejercicio de deconstrucción de varios pasajes que se van sucediendo en un arrojarse a una secuencia de pasajeras nubes musicales (basados en estándares de Bach, Chopin, Debussy, Satie…): de la mano de los múltiples teclados de Elisa Wiermann, los motivos se engarzan y disuelven en un collage de encuadres sonoros efímeros donde el flujo es lo único constante. ‘Postludium’ concluye la suite de una manera cautivadoramente hermosa: el bello motivo manierista en 3/4 que sirve de base para la ulterior expansión melódica hereda la magia Cameliano-Genesiana y la recicla con una vitalidad fresca que intensifica la emotividad del momento de una manera brillante. ¡Excelente final para un excelente álbum!

Hemos tenido que esperar muchísimos… demasiados años para volver a oír una grabación concreta de QUATERNA RÉQUIEM, pero ahora que “O Arquiteto” es una realidad patente, podemos asegurar que se trata de una entidad notable dentro de la incansable y diversa escena progresiva sudamericana, y de hecho, una cumbre elevada de la producción progresiva brasileña en lo que va de milenio. Altamente recomendado para todo coleccionista de música progresiva… o tal vez, ¡hasta obligado!


Muestras de “O Arquiteto”.-
Preludium: http://www.youtube.com/watch?v=g0lY1GDGl0s
Frank Lloyd [en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=pvFGslrO6d8
Postludium [en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=X8RTYKtl8AQ

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