Friday, January 09, 2015

La segunda recarga de sonidos progresivos de DRUCKFARBEN


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de prestar nuestra atención al grupo canadiense DRUCKFARBEN, fundado en la ciudad de Toronto a través de la congregación de varios músicos que compartían un entusiasta aprecio por el ideal y las metas del género progresivo – algunos de ellos eran amigos desde mediados de los 80s. DRUCKFARBEN está conformado por Ed Bernard [guitarras eléctrica, steel y acústica, violín eléctrico, mandolina, banjo], Troy Feener [batería, percusión], Phil Naro [voz, guitarras acústicas], Peter Murray [bajo, voz] y William Hare [piano, órgano, sintetizadores]. “Second Sound” es su segundo disco, siendo el primero el trabajo homónimo que publicaron hace tres años: en marzo del 2014 salió a la venta “Second Sound”, dando una muy buena impresión a todos los fieles seguidores del progresivo sinfónico de todos los tiempos y lugares. Veamos ahora los detalles de este disco que tenemos en nuestras manos. 

 

Durando casi 7 minutos, ‘An Answer Dreaming’ abre “Second Sound” con un esplendor convincente y cautivador a través de su aureola plenamente extrovertida. Los aires de familia con los modelos de SPOCK’S BEARD, BRIGHTEYE BRISON y KARMACANIC se amalgama muy bien con otros recursos nostálgicos inspirados en el YES de fines de los 70s. Los arreglos vocales son simplemente una delicia, manejados solventemente en sus líneas complejas y armonías múltiples; y cómo no, las ilaciones de motivos y cambios de ambiente fluyen dentro de una ingeniería sónica tremendamente compacta. ‘In Disbelief’ y ‘Dandelion’ son los dos temas que vienen a continuación estando a cargo de capitalizar el impacto positivo y estimulante de esta primera canción: el primero de ellos se estructura en una dinámica menos compleja en su estructura global pero con suficiente punche y con groove suficientemente ingenioso como para meter algo de atractiva sofisticación al asunto, mientras que el segundo se explaya en cadencias de rock duro y cierto groove jazz-rockero en la armazón rítmica, logrando así conectarse más a fondo con los paradigmas del rock progresivo clásico (YES, KANSAS). En el caso específico de ‘Dandelion’, es de notar que la presencia del violín eléctrico y el empleo de ciertas atmósferas sombrías en las orquestaciones de teclado aportan una musculatura especial al bloque instrumental. ‘Liberated Dream’ se basa en una vitalista confluencia de los espíritus de las dos canciones previas mientras que ‘Long Walk Down’ se mete en el terreno de la balada sinfónica, muy en onda con la tradición de GENESIS, y posiblemente también SAGA.

   

‘Surrounds Me’ nos devuelve de pleno a esa mágica combinación de gancho y sofisticación de la cual había hecho gala el quinteto en ‘An Answer Dreaming’, incluso con mayor cantidad de trucos inesperados en las expansiones temáticas: pasajes disonantes de piano, capas cósmicas de sintetizador, etc. Por supuesto, los estereotipos de SPOCK’S BEARD y KARMACANIC siguen siendo los referentes de mayor peso en una canción como ésta. ‘Another Day’ comienza como una balada pastoral (bajo la guía de la mandolina de Bernard) pero pronto el cuerpo central se revela como una nueva excursión en atmósferas variadas y polivalentes, estructuradas en torno a los modelos de GENTLE GIANT y EMERSON, LAKE & PALMER tanto en sus exigentes vericuetos instrumentales como en sus arreglos vocales. Durando cerca de 19 minutos, la pieza homónima está a cargo de cerrar el repertorio del disco. Se inicia apenas termina el último arreglo coral de ‘Another Day’ y el ruido de unas llaves abriendo la puerta de una celda abre paso a unas hermosas escalas de piano, lo cual a su vez inicia un motivo muy a lo HAPPY THE MAN. Eso sí, cuando los motivos cantados empiezan a armarse, volvemos a los referentes habituales de siempre. A través de la variedad de ambientes y atmósferas por los cuales nos trasladan las diversas secciones de esta suite, la gente de DRUCKFARBEN sabe conservar la lógica del colorido musical y de la expresividad cálida de manera perfectamente uniforme. Justamente antes de la coda emerge una sección instrumental ampliamente guiada por el patrón de GENTLE GIANT, la manifestación más fabulosa del dinamismo esencial de la banda, y finalmente la coda consiste en un breve reprise del motivo inicial de piano, esta vez apoyando un dueto de guitarras acústicas y el canto de Naro.


Todo esto fue “Second Sound”, un disco lleno de carácter y expresividad con dosis suficientes como para convencernos de que los DRUCKFARBEN conforman una presencia importante dentro del rock sinfónico del nuevo milenio. Disco altamente recomendado.


Muestras de “Second Sound”.-

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